"Podran decir que soy un soñador..."

…Aburrido, sin ganas de nada, e incluso, Asqueado de todo, salí de mi casa, sin que nadie lo note, simplemente salí. Dejé los cuadernos de historia con mas dibujos que materia sobre la mesa, junto a las guías interminables sobre la revolución industrial y la revolución francesa. Estaba anocheciendo, y la leve brisa que me dio en el rostro, fue mi invitación para sentirme mas cerca de las estrellas. Así que sin preocuparme de nada, me impulsé para dar una vuelta con las nubes, para sentir aun más fuerte esa brisa que acaricia mi cara, para dejar atrás a Napoleón, a la maquina a vapor y al capitalismo, simplemente para estar solo con migo.
Me deslizaba sin mayor rapidez, como acostumbraba hacerlo antes, cuando me subía al techo, y me iba a dar vueltas sobre Santiago, sobre el cerro San Cristóbal, sobre el parque forestal, sobre el mítico río Mapocho, luego me quedaba un par de horas en el cerro, y volvía, sin que nadie supiera de mis andanzas.
Intenté hacer el mismo recorrido mientras jugaba con las nubes para esconderme de los transeúntes, pero jugar era difícil, en la cabeza de la persona mas paranoica del mundo siguen transitando cosas que no me dejan tranquilo, y es que a fin de año, no solo las notas del colegio, las pruebas de nivel, y las tantas celebraciones son importantes en mi cabeza, mi imaginación da para mucho, y a medida que aumento la velocidad, comencé a dar vueltas por la rotonda de Americo Vespucio. Por un momento, me olvidé de las revoluciones, me olvidé de las notas del colegio, de que pronto lo dejaré, de mis innumerables rollos que ocupan mi tiempo libre. Solo sentía el viento que cada vez chocaba con mas fuerza en mis ojos, sentía como se me ponía cada vez mas fría la cara, recordaba a quien habló con migo por msn antes de salir a dar el paseo, como ya es costumbre en casi toda la semana. Comienzo a pensar en la reunión de apoderados, la ultima del año, y de mi vida, en que quizas mi mamá debe estar llorando, en que mi papá debe estar hablando con el Profe Felipe sobre el Alier…
Es tarde, y el volar, aunque no lo creas, también cansa, así que decidí volver, mi hermano debe de estar haciendo como que estudia, pienso, mis papas, aun en reunión, y es que como es la ultima, deben haberse alargado un poco. Comencé a regresar, a toda velocidad, no sé porque, pero es como liberador, además, quita el estrés, y comienzo a reconocer las calles, la Panamericana, la Quinta, la 9ª, y el mítico pasaje "Sholga Ready", sonrío al ver mi casa, al ver al Seba y al Bryan caminando hacia la esquina. Pasé por sobre ellos, sin que me noten y entré a mi casa, estaba todo abierto, el Alier aun en la pieza, pero dormido, mis papás un no llegaban, y las guías de Historia me esperaban sobre la mesa todo estaba igual, excepto mi estado anímico, ya no estaba asqueado, me sentí bien, no me asustaba el terminar el colegio, mi paranoia con el "temita" que me reta día a día el Paolo, ya no me afectaba, incluso tenía ganas de saber en que influyó la Revolución Francesa en la politica mundial.
…Aveces, el miedo y las cosas que dicen los demás, no dejan que haga lo que quiero, por eso vuelo. Vuela tu también, no tengas miedo, y puedes hacerlo, es mas facil de lo que crees, sino, yo te llevo con migo...