Liseth se escondió del mundo. Se ocultó de la luz del día, y de la penumbra de la noche. Se aferró a si misma y no quiso soltarse, sin pensar en cuanto duraría así, o en que pasaría el día de mañana, simplemente cerró sus ojos, encogió sus extremidades hacia si misma y allí se quedo. Inmóvil, Viviendo sin vivir. O solamente dormida.
De pronto, y a medida que fueron pasando interminables amaneceres. Descubrió que no tenía nada que ver. Nada que hacer, y que aunque quisiera, no podía hacerlo. Ahora estaba inerte.
Pero poco a poco comenzó a descubrir que había algo mas allá afuera, algo mas que una inmensidad de mundo, algo mas que simplemente aire. Y comenzó a escuchar, a sentir y a descubrir. Cantos madrugadores de aves, pequeños meneos que el viento provocaba, y un mundo diferente y escondido.
Ya había pasado mucho tiempo. Tanto, que el espacio se le hacia cada ves mas pequeño, y ese mágico mundo la llamaba con tantos colores.
Con cada sol que nacía, florecía aun más la desesperación por salir de ahí, y la necesidad de salir a ese paraíso. Pero no entendía como hacerlo. Liseth estaba tan aferrada a si misma y a su lugar, que ya no podía salir, aunque era lo único que ahora quería.
De pronto, cuando nada mas podía ser peor, sintió q algo la presionaba. Que su esponjosa y reclinable estadía, se volvía dura y tiesa. Que aquella manta que la cobijaba, comenzaba a transformarse. Ahora si era el fin. Ahora si no tenía salida. Ahora si que iba a perder toda oportunidad de ver mas allá.
De pronto, y sin que ella lo esperara, comenzó a sentir un extraño crujir acompañado de fuertes movimientos. Algo trataba de entrar, algo trataba de penetrar. Algo trataba, sin detenerse, de romper y abrir.
Un rayo de luz tan fuerte que impedía ver lo que pasaba le alzaba la mano al tiempo que se hacia mas y mas grande. Sus extremidades se habrían lentamente como hace mucho. Su cuerpo se inundaba de rayos de luz mientras abría sus mágicos ojos hacia una brisa que la acariciaba en un enorme mundo como el que ella quería.
Liseth se escondió del mundo, aunque no quería hacerlo. Liseth se escondió del mundo pero quería Salir.
Liseth se escondió del mundo, y con enormes, y hermosas Alas voló entre Rayos de Sol y el un mágico mundo que ella quería conocer....
De pronto, y a medida que fueron pasando interminables amaneceres. Descubrió que no tenía nada que ver. Nada que hacer, y que aunque quisiera, no podía hacerlo. Ahora estaba inerte.
Pero poco a poco comenzó a descubrir que había algo mas allá afuera, algo mas que una inmensidad de mundo, algo mas que simplemente aire. Y comenzó a escuchar, a sentir y a descubrir. Cantos madrugadores de aves, pequeños meneos que el viento provocaba, y un mundo diferente y escondido.
Ya había pasado mucho tiempo. Tanto, que el espacio se le hacia cada ves mas pequeño, y ese mágico mundo la llamaba con tantos colores.
Con cada sol que nacía, florecía aun más la desesperación por salir de ahí, y la necesidad de salir a ese paraíso. Pero no entendía como hacerlo. Liseth estaba tan aferrada a si misma y a su lugar, que ya no podía salir, aunque era lo único que ahora quería.
De pronto, cuando nada mas podía ser peor, sintió q algo la presionaba. Que su esponjosa y reclinable estadía, se volvía dura y tiesa. Que aquella manta que la cobijaba, comenzaba a transformarse. Ahora si era el fin. Ahora si no tenía salida. Ahora si que iba a perder toda oportunidad de ver mas allá.
De pronto, y sin que ella lo esperara, comenzó a sentir un extraño crujir acompañado de fuertes movimientos. Algo trataba de entrar, algo trataba de penetrar. Algo trataba, sin detenerse, de romper y abrir.
Un rayo de luz tan fuerte que impedía ver lo que pasaba le alzaba la mano al tiempo que se hacia mas y mas grande. Sus extremidades se habrían lentamente como hace mucho. Su cuerpo se inundaba de rayos de luz mientras abría sus mágicos ojos hacia una brisa que la acariciaba en un enorme mundo como el que ella quería.
Liseth se escondió del mundo, aunque no quería hacerlo. Liseth se escondió del mundo pero quería Salir.
Liseth se escondió del mundo, y con enormes, y hermosas Alas voló entre Rayos de Sol y el un mágico mundo que ella quería conocer....