lunes, 6 de abril de 2009

CARTA DE PEDRO LEMEBEL A SEBASTÍAN PIÑERA



Demasiado barato quiere comprar este paisito, don Piñi; usted que vapor la vida tasando y preguntando cuánto vale todo. Y de un guaracazose compra medio Chiloé, con botes y palafitos incluidos. Con cerros,bosques y ríos, hasta que se pierde la mirada en la distancia, lepertenece a usted.

¿Cómo puede haber gente dueña de tanto horizonte? ¿Cómo puede habergente tan enguatada de paisaje? Me parece obscena esa glotonería detanto tener. Me causa asombro que, más encima, quiera dirigirnos la vida desde LaMoneda.

Muy barata quiere rematar esta patria, don Piñi, y sólo con undiscurso liviano de boy scout buena onda. Pura buena onda ofreceusted, don Piñi boy, como si estuviera conquistando al populacho conmaní y papas fritas. Nada más, el resto pura plata; empachado demoney, quiere pasar a la posteridad sólo por eso.


Porque cuando cita mal a Neruda se nota que a usted le dio sólo paralos números y no para la letra.

Es decir, usted es puro número y cálculo, señor Piñi, poca reflexión,poco verbo, poca idea, aunque esa es la única palabra que usa entresus contadas palabras efectistas. Buena onda y futurismo.

Las heridas se parchan con dólares. La memoria queda atrás como unatétrica película que olvidar. Sin vacilar marchar, que el futuro esnuestro (parece himno de la juventud nazi). Así arenga usted a estepueblo embelesado con los adelantos urbanos hechos por laConcertación. Nadie sabe para quién trabaja, y usted la encontró lista.

O sea, usted se pasa de listo, don Piñi. Quiere hacernos creer quesiempre fue demócrata, pero lo recordamos clarito sobándole el lomo ala dictadura, haciéndole campaña a Büchi, amigote de la misma patotafacha que le anima la campaña. Los peores, la gorilada del terror.

Parece que este suelo nunca aprendió la lección, ni siquiera a golpes,y con facilidad se traga el sermón de la derecha pinochetista, ahoraremasterizada con piel de oveja neoliberal. Pero son los mismos deentonces, soberbiamente gozando los privilegios de la democracia queconseguimos nosotros, y sólo nosotros, porque también yo dudo que enel plebiscito votara que no simpatizando por la derecha.

Mire usted qué fácil le resultaba tratar de transformar el Mapocho enun Sena con sauces. Puro arribismo, intentar esticar con terracitas ybotecitos parisinos a nuestro roto Mapocho, quizás lo único rebeldeque le va quedando a esta ciudad.

Qué delirio, míster Piñi, ¿por qué no se va a Europa si cacha quenunca va a poder blanquear la porfiada cochambre india de nuestraraza?

Quizás todo el país se acuerda de usted formando parte de la natapanzona del derechismo empresarial. Por entonces, en aquella época deterror, quien hacía fortuna de alguna manera era a costa de lasgarantías de la represión.


Usted llenaba sus arcas, don Piñi, y nosotros sudábamos la gota gorda,o la gota de sangre. Fíjese que no se nos ha olvidado, y nunca se nosolvidará, aunque a usted le reviente que el pasado aflore cuando menosse lo espera. A usted ni a sus yuntas del pacto les conviene elpasado, por eso miran turnios y amnésicos al futuro.

Su discurso Disneyworld, míster Piñi, no resiste análisis, y sólo elarribismo miamista de algunos chilenos le compra su receta de vidafácil, su filosofía banal de texano paticorto. Usted me recuerda aBush, a Menem, Piñito. Es la nueva derecha titiritesca y farandulona.

Puro show, pura foto tecnicolor de mundo feliz con sus sombrerosrepublicanos en el Crown Plaza.

Pero le falta la cultura a su centroderecha inmediatista. No hay pesointelectual en su carnavaleo de propaganda. Nada más que modelostetudas y parientes de hippysmo revenido. Demasiado barato quiere rematar este país, Piñito. Ni siquiera bastacon su cátedra fantasma en las aulas de Harvard. Tampoco, usar depropaganda la limosna que puso por mi amiga Gladys en sus últimosmomentos; eso es muy feo, y de mal gusto. Sobre todo para usted que estan humanista cristiano.

Porque usted es pillo, Piñín. Quiere sacar adherentes de todos lados,como si este país fuera sombrero de mago. Lástima que la oferta de suvanidosa feria de variedades huele a ventaja populista.

Nada más, don Piñi; el resto, esperar con cueva lo que ocurra en el 2009.

No hay comentarios.: